¡El preservativo interno (popularmente llamado preservativo femenino o para vagina) existe!
¿Cómo es?
Es una funda de poliuretano cerrada por uno de los extremos y lubricada con un anillo flexible y adaptable que recubre por dentro la vagina y otro anillo más ancho que se coloca fuera de la vulva. También se puede utilizar para la penetración anal colocándolo en el interior del recto y dejando el anillo exterior fuera del ano.
¿Cómo actúa? ¿Cuál es su función?
Su función es evitar el contacto directo del pene con las paredes de la vagina o del recto.
Es eficaz para evitar el embarazo, ya que actúa como barrera entre el óvulo y los espermatozoides. Además, también es muy efectivo para evitar los riesgos de transmisión de ITS.
A diferencia del condón, este preservativo se puede colocar antes de la erección del pene y no hace falta sacarlo inmediatamente después de la eyaculación. Podemos encontrarlo en farmacias y “condonerías”. Es de un solo uso y muy fácil de usar, aunque… ¡puede que necesitéis un poco de práctica para aprender a utilizarlo!