La mejor manera de comunicarnos es hablar. Para saber que la otra persona está a gusto con nosotras/o, o con lo que queremos hacer, una sencilla manera es preguntárselo directamente. Poner atención a cómo se siente la otra persona mientras estamos compartiendo intimidad es parte indispensable del placer. Leer el lenguaje corporal y entender la comunicación no verbal es parte del aprendizaje de nuestra sexualidad.
¿Qué es esto del consentimiento?
Te lo explicamos con una taza de té…
La Psicowoman también te lo explica con algo más de flow:
Si todavía tienes dudas, te dejamos una serie de pistas:
El consentimiento tiene que ver con el deseo. Más que dar o no dar permiso, se trata de si nos apetece hacer o no hacer algo:
• Sólo un SÍ quiere decir SÍ,
• Sin un SÍ es NO,
• No quiere decir No.
Si tenemos dudas, ¡preguntar es sabiduría!
El consentimiento tiene que ver con escucharnos a nosotras/os mismas/os y a la persona con la que estamos.
Poner atención a cómo se siente la otra persona. Si notamos que no está a gusto, preguntémosle qué necesita.
A diferencia de las pelis de ficción, la realidad tiene muchos guiones:
• Podemos comentar lo que queramos; qué nos apetece y de qué no tenemos ganas.
• Si nos dice que quiere dejar lo que estamos haciendo, respetémoslo siempre.
• Insistir, presionar y/o traspasar los límites personales es saltarse el consentimiento.
Saltarse el consentimiento es lo contrario de una sexualidad placentera, se denomina agresión y provoca gran malestar para quien la sufre.
Recuerda: Nunca se pierde el derecho a decir “NO”, en cualquier momento podemos parar una relación si no nos está resultando placentera.