¿El tamaño importa?

En relación con esta pregunta me surgen otras: ¿El tamaño de qué? ¿De los dedos de las manos? ¿De la cama? ¿De las tetas? ¿De la vagina? ¿De nuestra altura?

Jijij estoy un poco de broma para señalar que a veces ponemos en el centro de todo al pene.

Muchos chicos a veces se rayan con la medida del pene y es que existe una gran presión social al respecto: “la tienes pequeña”, “no se te levanta”, blablabla…

El porno ha hecho creer a muchas personas que la medida del pene es muy importante en la vivencia de la sexualidad, que es directamente proporcional al placer que recibe la otra persona. Pero sabemos que el porno es una ficción, por tanto, cuestionemos sus enseñanzas.

Por una parte, en el placer entran en juego muchos elementos como la conexión, las ganas de experimentar, la creatividad, la confianza, la comunicación, el morbo… la presencia de estos ingredientes imprescindibles hará mucho más placenteras nuestras experiencias.

Por otro lado, existen infinitas maneras de darnos placer entre las personas y la penetración es una más de ellas que puede gustarles a muchas chicas, chicos trans o chicos gays, incluso a chicos heteros que no se dejan cegar por la homofobia y se abren al placer anal.

Por último, el placer no tiene que ver con las medidas de las cosas, sino con como vivimos nuestras experiencias, que significados les damos y como conectamos con las personas con las que nos relacionamos. ¡Ahí está el truco!

Existen infinitas maneras de darnos placer entre las personas y la penetración es una más de ellas que puede gustarles a muchas chicas, chicos trans o chicos gays, incluso a chicos heteros que no se dejan cegar por la homofobia y se abren al placer anal.

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